Puente del Gato

También conocida como Vía Hercúlea o Camino de Aníbal.

Es verdaderamente complicado conocer la antigüedad del Puente del Gato. Tiene características constructivas romanas: el aparejo de la sillería a soga y tizón, arco de medio punto. Con rigor no se puede decir que sea romano (en España sólo se reconoce la existencia de una treintena de estos puentes). Por otro lado, sabemos que existía una piedra labrada donde se leía que lo construyó Carlos III.

Vamos a exponer una serie de circunstancias con la pretensión de arrojar un poco de luz a lo que pudo ser el origen de nuestro puente.
            Nuestra tierra, en la antigüedad, tenía una posición estratégica singular. Está situada entre dos ciudades con gran poder político y económico: Cástulo, cerca de Linares, controla la extracción y comercio de metales. Y Obulco (Porcuna) con una gran riqueza agrícola. Desde tiempos muy remotos existió un fructífero comercio, un intercambio de productos. Tiempos anteriores a la fama y prosperidad de las dos ciudades aludidas, todo este intercambio pasaba por nuestros caminos. No es raro encontrar escorias de fundición en lugares como Los Corrales, incluso las pequeñas bolitas del metal, a veces aparecen también la tierra oscurecida de los hornos; todo esto ocurría miles de años antes de Cristo.

            Un mito que hace ver la importancia histórica de estos tiempos se manifiesta en que nos encontramos en un ramal de la Vía Hercúlea, haciendo alusión al camino que toma Hércules cuando roba los toros del rey tartésico Gerión. Este era el camino principal que enlazaba con el resto de lo que ahora es Andalucía, desde Cástulo se llegaba a la Meseta y las costas levantinas, desde Obulco a Córdoba y Málaga. Ya, entrada la romanización, es cuando se realizan las grandes vías cercanas al Guadalquivir.

            En tiempos de los iberos las dos ciudades alcanzan su supremacía. Tan poderosa es Cástulo que Aníbal toma por esposa a Himilce, princesa de la ciudad, con el fin de atraerse a todos los poblados de la zona. Probablemente el mismo general estuvo en el importante oppidum de La Atalaya.  Ahora esta vía hercúlea pasa a llamarse “Camino de Aníbal”. Mas adelante aparecen otras ciudades importantes: la ibera Iliturgis (Mengíbar), las romanas Isturgi (Los Villares de Andújar), Urgavo (Arjona), y es cuando, probablemente, se construye el Puente del Gato.

Sin dejar de tener presente la importancia del intercambio comercial entre estas ciudades, hay que añadir que, este, no parece que fuera el motivo de la construcción de un puente, siempre costoso y, cualquiera que conozca su emplazamiento se daría cuenta que se podría haber ahorrado su construcción.
La premisa de la guerra era, creo que aún es, la rapidez del ejército en desplazarse. Al comercio no le corre tanta prisa; pero sofocar una revuelta, socorrer a unas tropas en litigio, eso sí. Se debe, por tanto, facilitar el paso de la soldadesca, para ello se hizo el puente.

Es curioso que unos cientos de metros más arriba del Puente del Gato, aparece el topónimo: “Vereda de los Arrieros”. Y precisamente por allí se puede pasar, sin puente. Un ejército en la antigüedad se desplazaba a una media de 80 kilómetros al día. Pero para ello los caminos deberían dar facilidades, no obligar a dar rodeos, los ingenieros diseñaban las vías rectilíneas. El ejército romano hacía la guerra en los meses que no llovía, antes los caminos eran impracticables. Muchas de nuestros pueblos tuvieron su origen en un campamento romano (Algunos dicen que ese fue el origen de Lahiguera). Bien, este desplazamiento tendría que ser directo, debería ser rápido. Nuestro puente se utilizaba en los meses secos, el resto del año se transitaba por la Vereda de los Arrieros, más a salvaguarda de humedales.

Posiblemente en tiempos de Carlos III tuvo una importante restauración y de ahí el cartel de la autoría. Habían pasado casi dos mil años desde su construcción. No hay que olvidar que a mediados del XVIII tuvo lugar el terremoto de Lisboa que causo muchos daños en nuestra zona, quizá también el puente fue afectado. Y probablemente la reforma del Borbón no fue la única, hubo otras anteriores.

Para terminar me gustaría, para recalcar la importancia de esta ruta, mencionar  los personajes y ejércitos que por el Puente del Gato pasaron:
Julio César. Uno de los hombres más importantes de la historia. César recibe la orden del senado de someter a los simpatizantes de Pompeyo que se atrincheraban en Obulco. Tarda veintisiete días en llegar desde Roma a Obulco. Cuando pasa por nuestra tierra ya se había herido en un pie, y el Puente del Gato lo pasaría en litera, no a lomos de Genitor, su caballo pies planos. Era el año 45 a. C. Pedro de Escavias. A mediados del siglo XV, con 500 caballos y 800 peones.

El regimiento del marqués de Coupigny, con 7.850 hombres y 453 caballos, que sería victorioso en Bailén contra los franceses. Entre ellos iba un recién ascendido capitán, más tarde sería general. Se llamaba San Martín, libertador y héroe nacional de algunas naciones americanas. Fue en julio de 1.808.

Escrito por Manuel Jiménez Barragán.